La scaleup Endeavor Darwin AI, especializada en entrenar “trabajadores de IA” para equipos de ventas, soporte y atención al cliente, acaba de cerrar una ronda de inversión de USD 4,5 millones liderada por Base10 Partners, un fondo de Silicon Valley que apuesta a compañías que transforman la economía real. Con este nuevo capital, la startup eleva su financiamiento total a USD 7 millones y se prepara para acelerar su crecimiento en América Latina.
De Sirena a Darwin: una dupla con trayectoria emprendedora
Los fundadores de Darwin, Lautaro Schiaffino y Ezequiel Sculli, no son ajenos a los desafíos de emprender en América Latina. En 2016 lanzaron Sirena.app, una solución que ayudaba a las empresas a vender a través de WhatsApp, mucho antes de que la plataforma se volviera una herramienta estratégica para los negocios. Cuatro años después, la compañía fue adquirida por Zenvia, consolidando una primera historia de éxito.
Esa experiencia marcó un aprendizaje clave: el mercado medio —las empresas que no son ni gigantes corporativos ni pequeños comercios— suele quedar relegado en la transformación digital. Según los fundadores, esas compañías enfrentan grandes volúmenes de interacciones con clientes, pero pocas veces tienen los recursos técnicos para gestionarlas de manera eficiente. “En este espacio no gana el más fuerte, sino el que logra adaptarse más rápido”, destacan.
En su camino, Lautaro y Ezequiel recorrieron en más de una oportunidad el programa ScaleUP de de Endeavor que acompañan el crecimiento emprendedor. Con Sirena.app ya habían participado en Scaleup, mientras que con Darwin lo hicieron, primero en Brasil, y este año lo volvieron a hacer en Argentina. Una trayectoria que refleja cómo la red de apoyo y mentoría puede potenciar a los founders en cada etapa.
Una nueva fuerza laboral digital
Con esa visión, en 2023 crearon Darwin AI, una plataforma que ofrece “trabajadores digitales” entrenados con inteligencia artificial. Estos agentes colaboran con equipos humanos para calificar leads, dar seguimiento postventa, gestionar cobranzas o resolver consultas de soporte, liberando tiempo y recursos para que las personas se concentren en lo estratégico.
La propuesta se apoya en una premisa simple: la IA no reemplaza, sino que potencia. Los agentes de Darwin se integran en canales masivos como WhatsApp, Instagram o llamadas telefónicas, y aprenden de la interacción humana para volverse cada vez más efectivos.
Para Schiaffino y Sculli, esto representa un cambio de paradigma: “Las big tech se concentran en los extremos del mercado, mientras que el segmento medio necesita herramientas ágiles y accesibles para no quedar atrás. Ahí es donde queremos estar: construyendo la infraestructura que permita a estas empresas crecer sin límites”.
Crecimiento y validación internacional
En poco más de un año, Darwin AI ya tiene presencia en 20 países de la región y supera los USD 2 millones en reservas anuales. Empresas de sectores tan diversos como educación, real estate y servicios financieros ya están utilizando sus agentes digitales para mejorar la relación con sus clientes.
La llegada de Base10 Partners como inversor estratégico marca un nuevo hito para la compañía. No solo se trata de su primera inversión proveniente de Silicon Valley, sino también de un voto de confianza al potencial de escalar una solución regional con ambición global.
Para los fundadores, esta inversión representa mucho más que capital: “Es una validación de que América Latina tiene talento y mercado para construir compañías de tecnología que compitan a nivel mundial. Y también un compromiso: demostrar que desde la región podemos liderar la próxima ola de automatización inteligente”.
Próximo capítulo
Con este nuevo impulso, Darwin AI proyecta multiplicar sus ingresos en 2025 y consolidarse como la solución de referencia en automatización comercial para el mercado medio latinoamericano. Su meta es clara: que cualquier PyME pueda acceder a trabajadores de IA sin necesidad de contar con un equipo técnico propio, democratizando el acceso a la tecnología y nivelando el terreno de juego.